Apple lanzó hace un par de semanas el iPad Pro con el procesador M4, prometiendo una experiencia superior. Ya lo tenemos con nosotros y vamos a compararlo con la versión M1 para desglosar sus características, rendimiento y limitaciones.
Diseño y Pantalla
El diseño del iPad Pro M4 sigue siendo minimalista y elegante, con un perfil aún más delgado. Sin embargo, la mayor sorpresa en el diseño es la pérdida de la cámara gran angular, que si trae el M1. Aunque muchos usuarios no utilizan el iPad para fotografía, es decepcionante ver una regresión en las especificaciones de la cámara sobre todo por el precio.
La pantalla es otro punto fuerte. Con la nueva pantalla tandem que ya sabemos que son dos OLED juntas, el iPad Pro M4 ofrece un brillo impresionante y ángulos de visión excepcionales, superando incluso al modelo con el procesador M1. Tanto en interiores como en exteriores, la pantalla se desempeña de manera sobresaliente, asegurando una experiencia visual nítida y vibrante.
Rendimiento y Potencia
El iPad Pro M4 cuenta con el nuevo procesador M4, que aporta más núcleos y una mayor frecuencia de reloj en comparación con el M1. Esto se traduce en una mejora en el rendimiento, especialmente en tareas intensivas y aplicaciones que requieren mucha potencia de procesamiento. En pruebas de benchmark, el M4 muestra una estabilidad térmica superior, lo que permite mantener altas frecuencias sin throttling, ideal para sesiones largas de trabajo o juego.
Sin embargo, el verdadero talón de Aquiles del iPad Pro M4 es su sistema operativo, iPadOS. Aunque el hardware es impresionante, el software no permite aprovechar al máximo el potencial del dispositivo. Aplicaciones como DaVinci Resolve y Fusion 360 tienen versiones limitadas en iPadOS, lo que restringe sus capacidades en comparación con sus equivalentes en macOS.
Accesorios y Conectividad
Apple ha introducido la tercera generación del Apple Pencil, exclusiva para los modelos con el M4.. Este lápiz ofrece nuevas funcionalidades, pero la compatibilidad limitada obliga a los usuarios a comprar el nuevo modelo si desean actualizar su dispositivo, lo cual puede ser un gasto innecesario si ya poseen la segunda generación.
En cuanto a conectividad, el iPad Pro M4 soporta WiFi 6E, pero no WiFi 7. Aunque WiFi 6E es una mejora significativa, la falta de WiFi 7 puede ser una desventaja para aquellos que buscan lo último en tecnología de redes. Además, el precio elevado de los routers compatibles con WiFi 6E puede ser una barrera para muchos usuarios.
La exclusividad de los nuevos accesorios y la falta de ciertas características avanzadas de conectividad también son puntos en contra. En resumen, aunque el iPad Pro M4 es una pieza impresionante de tecnología, su alto precio y las limitaciones de su sistema operativo hacen que sea difícil justificar la inversión, especialmente cuando dispositivos como el MacBook Air ofrecen una experiencia más completa a un precio similar.
Esperemos que Apple escuche a sus usuarios y considere introducir macOS en futuros modelos de iPad Pro, permitiendo así que este hardware tan prometedor alcance su verdadero potencial. Hasta entonces, el iPad Pro M4 se queda como una tablet potente pero con un uso limitado.