Análisis de Super Smash Bros. Ultimate

Desde su anuncio en el E3 de 2018, Super Smash Bros. Ultimate para Nintendo Switch generó una ola de anticipación que solo ha ido en aumento. Dirigido por el visionario Masahiro Sakurai, este título buscaba ser no solo una continuación de su icónica serie, sino la culminación de ella. Y, amigos míos, parece que ha logrado justamente eso. Vamos a desgranar lo que hace a este juego, posiblemente, el crossover de lucha definitivo.

Una historia de luces y sombras

El modo historia, «El mundo de estrellas perdidas», nos sumerge en un conflicto donde luz y oscuridad chocan, poniendo en jaque al universo de Nintendo y sus invitados de otros mundos. Este enfrentamiento es una metáfora intrigante de la fascinación por coleccionar logros y trofeos, mostrando una cara perversa del juego. Kirby, nuestro héroe inesperado, lidera una cruzada para restaurar el equilibrio, ofreciendo una aventura que, aunque no evoluciona narrativamente como esperaríamos, es indudablemente entretenida.

El arte de luchar

Super Smash Bros. Ultimate no solo brilla por su historia. La cantidad de modos de juego, personajes y opciones es abrumadora, pero se maneja de forma que el jugador no se sienta abrumado. Esta entrega mejora y perfecciona la mecánica de lucha que hemos conocido y amado desde la Nintendo 64, ofreciendo batallas fluidas y dinámicas que se sienten frescas gracias a los ajustes en animaciones, modelados y, especialmente, los efectos visuales como humo y explosiones, que añaden un nuevo nivel de espectacularidad a los combates.

Una fiesta visual y auditiva

Visualmente, Ultimate es un festín. Inspirado en las pinturas a mano, con acuarela y óleo, los escenarios y personajes rezuman estilo y color. La atención al detalle en los 103 escenarios y sus variantes estructurales es impresionante, ofreciendo un homenaje digno a los mundos de donde provienen estos personajes. Y qué decir de la banda sonora: una colección magistral de temas icónicos, reinterpretados por un conjunto estelar de músicos, que acompaña perfectamente la acción.

Conclusión

Super Smash Bros. Ultimate no es solo un juego más en la serie; es una obra maestra que rinde homenaje a la historia de los videojuegos. Aunque su modo historia podría haber ofrecido más en términos de narrativa y desarrollo de personajes, el juego brilla en casi todos los aspectos. Desde la mecánica de lucha refinada y accesible hasta los visuales impresionantes y la banda sonora emotiva, Ultimate se posiciona como un hito en el género de lucha y un testimonio del amor de Sakurai por estos personajes y sus mundos.

Para los fans de largo recorrido y los recién llegados, este juego es una invitación a explorar, luchar, y sobre todo, a celebrar la rica tapestria de historias que Nintendo, y sus colaboradores, han tejido a lo largo de los años. Super Smash Bros. Ultimate no es solo el juego definitivo de la serie por su contenido y mecánica; es un homenaje vibrante y emocionante al mundo de los videojuegos que nos recuerda por qué amamos jugar.