SteamOS vs Windows en consolas portátiles
Cuando Lenovo lanzó la Legion Go S con Windows en febrero, el veredicto fue claro: no estaba a la altura. Pese a contar con un buen diseño y hardware prometedor, la experiencia general fue decepcionante. Mala batería, rendimiento irregular y un sistema operativo que no encaja con el concepto de consola portátil. Pero hoy, con el lanzamiento de su versión con SteamOS en colaboración oficial con Valve, todo ha cambiado.
Mismo hardware, otro mundo: así mejora SteamOS frente a Windows
La Legion Go S con SteamOS no cambia nada en el interior: misma pantalla, mismos chips, misma batería. Pero el cambio de sistema operativo la convierte en otro producto completamente distinto. Y es que la diferencia entre SteamOS y Windows en este formato es mucho más profunda de lo que parece.
En rendimiento puro, SteamOS logra entre un 5% y un 15% más de FPS en muchos juegos frente a Windows 11, gracias a la menor carga del sistema y la eficiencia de Proton, la capa de compatibilidad desarrollada por Valve. Aunque en algunos títulos la diferencia no es tanta, el promedio favorece claramente a SteamOS.
La autonomía en SteamOS mejora drásticamente (y los ventiladores dejan de molestar)
Uno de los puntos más criticados del modelo con Windows era su pésima batería. Con una batería de 55 Wh, el dispositivo apenas aguantaba unas pocas horas, y los ventiladores se activaban incluso en reposo. En cambio, con SteamOS, la duración se dispara gracias a la eliminación de procesos en segundo plano, telemetría y servicios innecesarios de Windows.
Además, la suspensión y reanudación instantánea de SteamOS funciona tan bien como en Steam Deck. Puedes pausar un juego, cerrar la consola y volver días después exactamente donde lo dejaste, sin perder batería ni estabilidad.
Interfaz pensada para jugar, no para «administrar un PC»
SteamOS ofrece una experiencia de usuario limpia, intuitiva y fluida. No hay ventanas emergentes, ni bloatware, ni múltiples capas de launchers. Solo Steam y los juegos. En contraste, en la versión Windows debes arrancar el sistema, esperar que cargue Lenovo Vantage, iniciar Steam, lidiar con actualizaciones y rogar que nada se rompa por el camino.
Esto lo resume el creador del video con una frase clave:
“Incluso un niño de 6 años puede usar SteamOS. En Windows, ni los adultos se salvan de los dolores de cabeza.”
Steam Deck vs. Legion Go S: ¿quién gana?
Aunque la Steam Deck OLED sigue siendo la referencia, la Legion Go S con SteamOS ofrece un panel más grande, con mayor resolución y tasa de refresco variable. Su pantalla LCD, aunque no OLED, luce espectacular, y la ergonomía del dispositivo es de lo mejor en el mercado actual.
En cuanto a potencia, la Go S con el chip Z1 Extreme supera al Steam Deck OLED en juegos exigentes, aunque con mayor consumo energético. Por otro lado, la Steam Deck sigue siendo más eficiente a bajo TDP, ideal para juegos indie o sesiones prolongadas sin cargador.
¿Valve abandonará el hardware?
Una reflexión interesante surge al final del análisis:
“Si Valve está dispuesta a colaborar tan estrechamente con fabricantes como Lenovo para adaptar SteamOS, ¿tiene sentido que sigan fabricando hardware?”
La respuesta no es sencilla. Por un lado, la Steam Deck ha sido un éxito, pero a largo plazo, podría ser más rentable para Valve enfocarse solo en software y licencias, dejando el hardware a fabricantes como Lenovo, ASUS o GPD.
La Legion Go S demuestra que Windows era el cuello de botella de la experiencia portátil. Con SteamOS, no solo mejora el rendimiento, sino que se convierte en una consola real, con encendido rápido, suspensión funcional y una interfaz libre de obstáculos.
Lo que aprendemos aquí es claro:
- No basta con tener buen hardware.
- El software define la experiencia.
- Y SteamOS ya no es solo una alternativa, es la mejor opción para los dispositivos portátiles gaming.
🎮 ¿Y tú, preferirías jugar en SteamOS o seguirías usando Windows en tu portátil gaming?
Déjanos tu opinión en los comentarios. En República Gaming, te leemos.
